viernes, 2 de abril de 2010

Desesperación


Grito, grito, grito pero no me escuchan... Es como si mis palabras no contasen para ellos, se creen con derecho a opinar de mi, criticarme cuando creen que me equivoco y destacar cada error con risotadas.

Quizás será resentimiento, pero con razones justas pues ellos se enorgullecen de sus logros pretendiendo marcar mi camino sin pensar que también tengo el derecho a romper mis pies pisando aquellas piedras que inevitablemente encontraré... paradójicamente ellos han terminado siendo mis piedras cuando lo que siempre deseé fue que se convirtieran en aquellas manos que me carguen cuando ya no pueda caminar.

La vida se encarga de que caigas una y mil veces en ciertos errores hasta que te des cuenta de lo que sucede... Ahora, abro los ojos y me enrabio de la nada pues durante tanto tiempo ignoré todas estas metáforas y sin darme cuenta cargué con todas aquellas actitudes y palabras. Se que de ellos no debería hablar así, pero duele enormemente pensar que tan sólo he sido un fantasma, casi veintiún años para seguir siendo aquella triste marioneta que se entrega a manos de otros para ser simplemente lo que ellos quieren que sea.....

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