sábado, 28 de julio de 2007

Hablando con...




- ¿Estás segura que estarás bien? Sola en el mundo, ¿Sin dudar ni temer?
- Quizás si tema, de hecho, es lo más probable pero... ¿Aquello no es parte de la vida?
- Claro que sí, todo... absolutamente todo lo que te suceda forma parte de la vida, o mejor dicho: de TU vida!
- Gracias... por valorar aquello. Sin duda hoy no sería la misma sin ti, sin tu apoyo, tu presencia ante todo... ¿Es que cuánto vivimos juntos, apoyándonos? ¡Cuánto!
- Mi nena... probablemente para muchos todo lo que te ha sucedido no valga nada, pero el punto es cuánto has logrado crecer. Tu bien sabes lo mucho que has avanzado, lo mucho que te costó dar aquel primer paso(aunque ya a estas alturas no recuerdes exactamente cuando fue) y todo lo que dudaste antes y después del mismo.
- Pero, ahora mismo, creo que fue lo correcto.
- Eso es lo importante, lo que tu creas. Te conozco más que a nadie y sé que no estarías feliz si no vieras a tu alrededor alegría y felicidad también.
- ¿Aunque a veces la felicidad nos cegue un poco?
- Todo lo contrario... La felicidad te abre los ojos, te hace ver las cosas de una manera maravillosa, de una manera que pocos logran siquiera divisar. Por eso, aprovecha que ahora tienes los ojos abiertos, los ojos de tu alma quiero decir, para que puedas ver lo que hay más allá.
- Pero, ¿A qué te refieres con "más allá"?
- A que no debes detenerte nena. Tienes que seguir decidiendo, no pienses que la vida se quedará eternamente igual.
- ¿Eso es porque la monotonía aburre?
- Mmm... También. Pero lo esencial es que tengas en cuenta que si has llegado al lugar en el cual estás es porque te has movido bastante para llegar ahí. ¡No te detengas! Vive, nena, ¡Vive!
- ¿Tu te quedarás conmigo?
- Nadie lo sabe...
- Pero... si se supone que eres parte de mí ¿Cómo podrías desaparecer?
- Tu podrías olvidarme, ignorarme y hasta... matarme.
- ¡Nunca me atrevería a hacer una cosa así!
- Nunca digas nunca.
- ...
- Tan sólo vive, nena, te lo he dicho. Olvida a ratos los problemas y de vez en cuando ven de visita por acá.
- Hay veces en las que te busco y no te encuentro...
- Eso es porque simplemente no me necesitas. Cuando me necesites realmente, sólo cuando sea de verdad... yo estaré. Fíjate en las fechas, lee los cuadernos.
- Shh! No hables de eso, ya sabes que a veces no me gusta recordar.
- ¿Ves como me haces callar, nena? Así es como me marcho... una vez más...
- ¡Espera un poco! Ahora que lo pienso... yo ni siquiera sé quien eres tu realmente, entonces ¿Cómo te puedo volver a encontrar?... ¿Estás ahí?... ¿Te has ido?...



... (Silencio)