Momentos que llegan, momentos que se van, momentos en la mente, la memoria y el andar. Qué puedo decir si no tengo respuesta alguna a los cuestionamientos que hoy afloran en mi cabeza, que puedo decir si al rato todo se reduce en “nada” y aquella “nada” termina siendo todo al fin. Ese todo que es un puro nudo de sensaciones, de pensamientos y rendiciones.
Ese no querer, no saber y realmente no poder… ese desgano casi absoluto que impide pasos limpios al caminar. Y qué pasa si estoy cansada de caminar, si estoy cansada que en el camino sigan apareciendo tantas piedras, tanta hierba que terminan destrozando mis pies y haciéndolos sangrar. No cabe duda que poco importa lo que piense de todo aquello cuando lo único que me queda es seguir caminando y esperando que estos cuestionamientos sigan apareciendo en mi cabeza, sin cesar… porque lo sé, sé que no habrá forma de detener todo esto hasta que vuelva a caminar por senderos limpios otra vez.
Amas la vida que mataste, que destruiste, que aniquilaste?
Nada vuelve, sólo aparece denuevo,
Con nuevos aires que quizás traigan a la memoria viejos momentos
Pero nada es igual cuando se funde en el tiempo
En la distancia y en el mismo andar
Nada es igual cuando las circunstancias han arrasado con los momentos.
Detenida en el espacio por un momento que es casi instantáneo
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